Seeing other People (2004)
En español lleva el titulo de “Conocer otras personas” en la que participan los actores Julianne
Nicholson como “Alice” y Jay Mohr como Ed, una pareja joven. Ambos son almas
gemelas, centrados, tranquilos, bastante relajados, con una vida comoda, y cuyo
único interés es el pasar el tiempo juntos, disfrutando su compañía, viendo una
película, ir de compras por lo básico, tomar un café y pasar tiempo con sus
amigos y familiares; haciendo planes para casarse. Hasta que…
Buena película, si te gustan las comedias de enredos, de
amor, de desilusiones y de la american way of life. Pero si padeces de
celotipia es mejor abstenerse de verla, o puede quizá en dicho caso, resultar
hasta terapéutica.
Alice siente una necesidad imperiosa, quizá por simple
orgullo ante los ojos de sus amigas y los propios, por recabar suficientes
experiencias sexuales antes de comprometerse definitivamente con un solo hombre.
Pero como dice la frase: no le pidas peras al olmo. Ser “comehombres” no es una
elección, se trae en la sangre o por lo menos eso nos dice la historia. ¿El
hombre? Mejor no tentarlo, por naturaleza el hombre ve una escoba con faldas y
ahí va. Así lo dispuso la naturaleza. Sin embargo Ed se encontraba plenamente
enamorado, la única manera que la libido del hombre se “retrae”; argumento válido
si se piensa que no existen tiempos para enamorarse o sentar cabeza como se
dice en México. A pesar de ello, la inexperiencia de Alice hace mella en la
relación ante su insistencia por querer tener más aventuras de las que su
destino le había deparado hasta ese momento.
¿Qué tan cierto es? Por regla general la mujer
se enamora y el hombre piensa en … eso. La película nos dice que… Vela, sin
duda recomendable.
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