En la recién Copa Confederaciones
de futbol en Brasil 2013, se dan dos casos que llaman la atención: por un lado la
revuelta juvenil de un hartazgo social contra el despilfarro presupuestal hacia
todo aquello que sea la foto, la pose, la imagen de los gobiernos contra lo
verdaderamente primordial, lo necesario: salud, educación, trabajo y bienestar público.
Parece que hoy la regla de ser gobernante es no tener ya digamos cultura
general, estudios mínimos, o sentido común, una: valor. Valor para quienes voy
a gobernar o representar, valor para enfrentar la voracidad del Fondo Monetario
Internacional, del Banco Mundial y de todos los que se esconden bajo esas
figuras monetarias. Que empiezan a dar patadones de ahogados porque el sistema
económico tal como ellos lo conocen no está dando para más. Y ahí tienen las
reformas: educativas, de energía, de seguridad, de medios, una ojeada al mundo
y verán que se están llevando idénticas reformas. Ya no les basta con su cadena
de producción, hoy quieren producir no gente pensante, gente consumista.
¿Salud, seguridad, bienestar? Eso que importa, lo que importa es que consuman.
¿Más armas, guerras, genocidios? Si, ¿y? para eso hay sobrepoblación y que
sigan consumiendo. ¿Educación? Para qué, sólo se necesitan dos ingenieros al frente de una fábrica de llantas y miles de consumistas. Y sin embargo, en el país por antonomasia futbolero, las
nuevas generaciones ponen un alto y dicen: el futbol idiotiza. Exactamente ahí,
en el corazón del futbol. Señal de que hay un despertar de conciencia ¡y en los
jóvenes! Por antonomasia (reitero) consumistas. Un llamado de atención para futuros
gobernantes, que no tardan en llegar, aquellos que entiendan la palabra
PRESIDIR. Y no estos viejos, con sus viejas costumbres y sus viejas
programaciones de aparentar, de disimulo, de hacer como que hacemos, de
enriquecimiento vulgar y sin esfuerzo, de uso del estado para generaciones
familiares, la partidocracia.
Y por otro, la selección de
futbol mexicana, criticada (sólo por su afición y revistas como Proceso) por
salirse a visitar durante la competencia a las “garotas mais gostosas” ¿Y por
qué no? Si, si ellos, los jugadores, son los que mejor entienden cómo se maneja
el “negocio” del futbol y nadie antes que ellos para quitarse la programación
de la TV, que son los mismos dueños y por años vendieron esa idea redituable, “La
selección NACIONAL”, los que “te representan”. Nada más absurdo que esto, tal
vez el equipo cubano de futbol si represente a su isla, pero estos son un grupo
de profesionales que antes de representar el orgullo de un país futbolero se
representan a sí mismos y a quienes les dan el trabajo, a saber la FEMEXFUT
otra figura de la cual sí sabemos quiénes representa: televisa, femsa, tvazteca,
etc, los socios y dueños de equipos de la primera división y luego los compromisos
con los anunciantes, ahí tienen las imágenes del chepo con las chelas, y del
chicharito con la telefonía y un banco, y así, hasta dónde alcance el negocio. Y
sino lo creen pongan a prueba como aún hoy, quedan un alto porcentaje de “programados”
que afortunadamente son los grandes y de mediana edad, que hablar de futbol es
como hablar de política o religión. Te dirán que la “selección” los representa
ante los ojos del mundo y se les va la vida en ello. Sin darse cuenta que lo único
que han obtenido en su larga carrera de aficionados de la selección son efímeras
emociones de júbilo a cambio de un alto precio que han pagado por abarrotar
estadios y roperos llenos de camisas de más de mil pesos por prenda de la “sele”
y sus equipos favoritos. Y sin embargo, nuevamente los jóvenes son los que van
despertando, bajan los ratings, baja el consumo programado de “tú eres la
selección”, bajan los llenos en los estadios y poco a poco empezaran a desfilar
otras figuras, tratando de adecuar al gusto de la afición ¿pero cuál? Ellos
mismos, los dueños saben que su margen para moverse es muy poco, manejan el
nombre del técnico “Piojo” Herrera para sustituir al Chepo pero ellos mismos
saben que no es el idóneo ni por propia personalidad ni por el equipo sin buen
futbol que hizo campeón, por cierto también a la baja en popularidad que ya ni
los campeonatos revierten. Es decir, la gente joven anda ávida de veracidad, de
honestidad en todos los rubros. Y esto es saludable para todos.
Emet Vital
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