domingo, 24 de noviembre de 2013

William Burroughs al desnudo.

Por Andrés Hax. Revista Ñ 22/NOV/2013


 I
Si le mostráramos a una persona joven de hoy una foto de William Burroughs (1914-1997) cuando tenía 50 o 60 años, y le preguntáramos '¿a qué le dedicó la vida este sujeto?', es probable que el joven diga que Burroughs fue un banquero o un contador. O, si fuera una persona más sensible, le miraría los ojos y el rostro a Burroughs y percibiría algún misterio, tal vez algo un poco siniestro. Podría adivinar entonces que Burroughs es un cirujano algo perverso o tal vez hasta un agente secreto de la FBI especializado en algún sórdido submundo delictivo.

Puede parecer frívolo comenzar este breve artículo biográfico de uno de los escritores más audaces, escatológicos y contraculturales de las letras estadounidenses (sus detractores dirían pornográfico e inmoral) fijándose en su apariencia. Pero no lo es. Es una primera clave para entender a Burroughs, que en algún momento durante su juventud, en México, fue conocido como "El hombre invisible". Burroughs es como un chamán disfrazado de banquero, robándole a Ted Hughes la frase que usó para describir a T.S. Eliot. Entonces, de las adivinanzas de nuestro hipotético joven la de "agente secreto" hubiera sido la más acertada. William Burroughs fue un especie de agente secreto: su obra es un informe sobre sus viajes en un mundo fantasmal y perverso donde la condición del hombre está definida por sus adicciones (tanto al poder como a las drogas) y donde nuestra especie está en proceso de mutación hacía otra forma poshumana.

Para ser más claros, vamos a citar unos ejemplos del mundo que Burroughs trajo a la luz de su colección de cuentos y bocetos autobiográficos coleccionados en el libro Interzone (1989):

"Cuando me convertí en el capitán del pueblo decidí dar asilo a ciertos ciudadanos que eran persona non grata en otros lugares del área por sus deformidades repugnantes e inquietantes.

Una se conocía como Ana del Culo Extra. Tenía un ano auxiliar en la mitad de su frente, como un funesto ojo de bronce. Otro era un escorpión desde el cuello para abajo. Había mantenido el atributo humano de la voz y fue dado a paroxismos de autopadecimiento y revulsión consigo mismo durante los cuales amenazaba con matarse picándose a sí mismo en el cuello. Nunca amenazaba a ninguna otra persona aunque su picadura le hubiera causado una muerte instantánea."

Lo grotesco nunca es gratuito en el mundo de Burroughs. Sus monstruos tienen un porqué. En el mismo libro, el álter ego de Burroughs, William Lee, escribe:

"Se me acaba el dinero. Tengo que liberarme del hábito [de la droga].

¿Qué estoy intentando hacer con lo que escribo? Esta novela es sobre transiciones, formas larvales, facultades telepáticas emergentes, intentos de controlar y asfixiar nuevas formas.

Siento que hay una espantosa nueva fuerza en el mundo como una enfermedad paulatina, que se desparrama como una plaga. Lugares más remotos del mundo parecen estar en mejores condiciones, porque no están tocados por la enfermedad. Control, burocracia, regimentación, estos son meramente síntomas de una enfermedad más profunda que ningún sistema político o económico puede tocar. ¿Qué es la enfermedad en sí misma?"

Y siempre, por más paranoico, desenfrenado o grotesco que parezca el mundo de Burroughs, toda su escritura está motivada por una búsqueda personal.

"¿Cuál fue el comienzo? Desde mi primera infancia había estado buscando un secreto, alguna clave con la cual podría acceder a un conocimiento básico y contestar algunas preguntas fundamentales. Pero exactamente lo que buscaba, o qué quería decir con conocimiento básico y preguntas fundamentales, me resultaba difícil definir. Perseguía un camino de pistas. Por ejemplo, el placer de las drogas para un adicto es el alivio del estado de la necesidad de drogas. Tal vez todo placer es alivio y podría ser expresado por una formula básica. El placer tendría que ser proporcional a la incomodidad o tensión del cual es un alivio".

II.

Burroughs nació en una familia acomodada de St. Louis, Missouri. Su abuelo había sido el inventor del Burroughs Adding Machine, una de las primeras calculadoras comerciales. Tras una infancia y niñez sin grandes sobresaltos, aunque con el claro despertar de su homosexualidad, luego asistió a la universidad de Harvard, donde estudió literatura porque no había otra cosa que le llamara la atención. Tras recibirse, comenzó un camino aleatorio hacia la escritura: pasaría por varias ocupaciones como estudiante de medicina en Viena, fumigador en Chicago, y un fracasado intento de ser soldado y luchar en la Segunda Guerra Mundial. Durante todo este tiempo, y por las primeras décadas de su vida como adulto, recibía un mensualidad de sus padres de 200 dólares. Más que suficiente, en esa época, para poder vivir sin preocuparse por establecerse en una profesión, pero no tanto como para poder convertirse en un dandy absoluto.

A principios de los años 40 Burroughs vivía en Manhattan y conoció a Jack Kerouac y Allan Ginsberg, entre otros, y se convirtió en el hermano mayor del movimiento Beat (en la novela En el camino de Kerouac, Burroughs figura como el personaje Old Bull Lee). Burroughs era unos cinco años mayor que sus amigos y aunque los alentaba en sus ambiciones poéticas y novelísticas, él aun no pensaba en sí mismo como escritor. Por el contrario, entró deliberadamente en un submundo semi-delictivo y se hizo adicto a la heroína, conocida en toda su obra como: Junk.

Burroughs ha dicho que el evento que lo convirtió en escritor fue el asesinato accidental de su esposa Joan Vollmer. La leyenda cuenta que estaba en México jugando con ella a Guillermo Tell, pero Burroughs ha desmentido esta versión en varias ocasiones diciendo que estaba meramente limpiando su arma cuando se descargó accidentalmente, matando a Vollmer (con quien Burroughs tenía un hijo). Sea como fuera, lo que Burroughs dijo en varias ocasiones --tanto en entrevistas, como en su escritura-- es que en ese momento fue poseído por un espíritu maléfico. Y que a partir de ese momento su escritura fue un intento de exorcizar ese demonio.

Los primeros libros de Burroughs fueron novelizaciones realistas de sus experiencias. En Junky, su primera novela, cuenta casi a la manera del realismo sucio, sus experiencias como adicto. Ésta fue publicada en 1953 bajo el seudónimo de William Lee en un sello clase B y con el subtítulo (no de Burroughs) "Confesiones de un adicto a la droga sin redimir". Su novela Queer, escrita a principios de los 50, no fue publicada hasta 1985 por la franqueza con la que retrata los intensos deseos homosexuales de su alter-ego William Lee en la ciudad de México en los años 40.

Burroughs, tras la muerte de Vollmer, dejó a su hijo --también llamado William-- a cargo de sus padres y comenzó un peregrinaje (un paseo inmoral, como diría Gustavo Cerati, por México, Tánger y Londres).

La gran novela de Burroughs --su Moby Dick, su Ulises-- es Naked Lunch o El almuerzo desnudo. Publicada en 1959, cuando Burroughs tenía 45 años, es una narración fragmentaria que está basada en la vida de adicto del autor en México y Tánger.

Sobre escribir esta novela Burroughs dijo: "estuve cagando mi historia educada estadounidense de una vez por todas. Era un catarsis, donde digo las cosas más horripilantes que me pueda imaginar..."

Su amigo Jack Kerouac no solo le tipeó el manuscrito de centenares de páginas sueltas que había escrito en Tánger, sino que también le dio el título. Burroughs explicó: "El título significa exactamente lo que dice: almuerzo desnudo, un momento congelado en el cual cada persona ve lo que está en la punta de cada tenedor".

El libro fue prohibido en Boston por ser obsceno pero en un fallo de la corte suprema del estado de Massachusetts, en 1966, esta prohibición fue revertida en un jucio en Boston mismo. Norman Mailer, declarando a favor de Burroughs dijo:

"William Burroughs es, en mi opinión --más allá de su intención conciente-- un escritor religioso. Hay una sensación en El almuerzo desnudo de la destrucción de un alma que es mucho más intensa que cualquiera que he encontrado en cualquier otra novela moderna. Es una visión sobre cómo funcionaría la humanidad si estuviera totalmente divorciada de la eternidad..."

Tras El almuerzo desnudo, Burroughs comenzó a escribir con la ayuda de un procedimiento llamado la técnica cut-up que inventó junto con su amigo, el pintor Brion Gysin. Consiste en cortar textos y crear combinaciones aleatorias para descubrir nuevas intuiciones. En sus últimas obras literarias --son una trilogía de novelas que combinan el género de Western y de piratas con las más descabelladas aventuras sexuales y viajes por el tiempo-- abandona la técnica cut-up. Sin embargo, nunca descansó como artista: su última aventura creativa fue la pintura. Creaba cuadros parecidos a los del expresionismo abstracto pegando tiros con una escopeta a tarros de pintura delante de una madera. Y por fin se convirtió en una especie de Santo Secular para cierto grupo de artistas como Patti Smith, Laurie Anderson y Kurt Cobain, que grabó un disco con Burroughs, donde el escritor lee un cuento sobre un cura heroinómano y Cobain improvisa ruido en su guitarra eléctrica.

III.

Burroghs pertenece al tipo de escritores que escriben bien porque no tienen otra opción. Dijo de su vocación:

"Hasta la edad de 35, cunado escribí Junky, tenía un particular aborrecimiento hacia la escritura, por mis pensamientos y sentimientos puestos sobre un papel. Ocasionalmente escribía unas frases y luego paraba, abrumado por el asco y algún tipo de horror. En el presente, escribir me resulta una necesidad absoluta y al mismo tiempo tengo la sensación de que mi talento se ha perdido y no lograré nada. Una sensación como el conocimiento del cuerpo de su propia enfermedad que la mente intenta evadir o negar".

Concluimos esta fragmentaria introducción a Burroughs con las palabras de la escritora inglesa Angela Carter:

"El proyecto de Burroughs es hacer frenar el tiempo por un rato. Es una tarea dada más a la religión que a la literatura, y hay formas en las cuales el trabajo de Burroughs de hecho se parece al de otro William, el Blake de la mitología elaborada en los Libros Proféticos. Aunque se tiene que decir que Burroughs es mucho más gracioso".

domingo, 17 de noviembre de 2013

Poniatowska ha muerto


Aquí en México. , tuve una gatita que llevaba su nombre (y me encontré a mí mismo llorando pensando en esa pequeña pérdida), me gusta pensar que Elena Poniatowska, una amante de los gatos (lo sé por su gran amistad con mi querido Monsí), lo habría aprobado.

Y las penas con lecturas son menos. Asi que aprovecharé para retomar las lecturas: La Noche de Tlatelolco, Querido Diego, te abraza Quiela, Lilus Kikus, De noche vienes o Tinísima.
La mejor manerade recordar a mi Poniatowska, es leyendo a Elena.
Elan Aguilar. Writer.


domingo, 10 de noviembre de 2013

Cocina ayurveda




Los colores dan vida, y en la nutrición aún más. Rojos, amarillos, verdes,
anaranjado. Así se muestra la comida. Esta cromática combinación es la clave
para llevar una vida sana, pues el consumo de frutas, hortalizas y verduras de
diversos colores garantiza una ingesta de alimentos con un adecuado aporte calórico
y una alta cantidad de nutrientes: vitaminas, minerales, fibras y fotoquímicos.

El azul, por ejemplo, ayuda al corazón y el rojo da energía. Es jueves y
en la casa de Yudh Ainh, en Morelos, los alimentos se cocinan bajo una
técnica de autosanación conocida como ayurveda. Un ancestral sistema médico
de la India en el que la combinación de los colores predomina a la hora de comer.
Pero para que cada persona sepa si en su plato debe prevalecer el rojo de los tomates
o el amarillo del mango o las zanahorias es necesario que conozca un poco más de la ayurveda.

Bueno, quien hace 20 años viajó a la India aprendió que para tener una buena
digestión y metabolismo hay que distinguir el tipo de fuerza biológica de cada organismo. A esa energía se la conoce como Doshas. En la ayurveda existen tres:
Vata, compuesto por aire; Pitta por fuego y Kapha por agua/tierra.
La comida también se identifica con estos elementos.

Es decir, que en una persona en la que predominará el fuego, el consumo de alimentos
relacionados con él y su color no deberá excederse. Estas personas deben buscar un equilibrio con los otros elementos y para ello la ingesta de chile debe disminuir y optar por alimentos verdes como la espinaca, lechuga, brócoli o albahaca.

Lo mismo sucede con las otras energías. Yudh Ainh es facilitador ayurvédico en el
Centro Sanación Tierra Viva. Ahí, una vez por mes dicta un taller de esta cocina.
A través de los cursos ayuda a que la gente practique rutinas saludables para equilibrar
su vida emocional, mental y física.

Hoy el menú para el almuerzo es una sopa de lenteja con tostadas y una ensalada  
acompañada de lechuga, tomate y mango. El amarillo de los pedazos del mango
resalta entre el verde de las lechugas y el rojo del tomate. El balance cromático
es saludable. La cocina ayurveda no prohíbe nada, pero su base es el vegetarianismo.

El se encarga de preparar bajo este principio, mensualmente, algunos de los alimentos que
se ofertan en el Centro Sanación Tierra Viva. Ahí hay una tienda en la que se venden productos naturistas, tinturas y varios tipos de suplementos y tes. Yudh Ainh explica que con todos estos elementos, la alimentación ayurvédica se transforma en una dieta sana e interesante, que también da importancia al placer de comer y a la conexión con los alimentos.

 "Enseña a que mires los colores del plato y a que los huelas. Incorpora el olfato al comer, lo cual inicia el ciclo digestivo. Pero también le da una dimensión espiritual, con un sentido de agradecimiento y poniendo una intención en esa comida".

El uso de condimentos y especias no solo tiene como objetivo saborizar la comida,
sino un efecto terapéutico. En su cocina, las semillas de mostaza y comino, el jengibre,
la pimienta y una de sus especias consentidas, el curry, son los protagonistas.

La Organización Mundial de Salud (OMS) reconoció a la ayurveda como un sistema
hindú de medicina holística y natural. La ayurveda considera al ser humano como
una pieza más del universo, el cual tiene su propio ritmo.
Por ello indica que el desayuno debe ser a las 08:00, el almuerzo estaría fijado
entre las 11:00 y las 13:00 y el horario ideal de la cena es entre las 18:00 y las 19:00 hrs.
La idea es que quede tiempo antes de dormir para llegar a la cama con la comida
bastante digerida y tener un buen descanso.

Colores y alimentos

Azules y lilas.  Ayudan al corazón y previenen el cáncer: las berenjenas, moras , arándanos, uvas negras, uvas pasas, ciruelas normales y secas.
Verdes.  Las verduras y las plantas de este color ejercen una función alcalinizadora
en el cuerpo y constituyen una buena fuente de fibra natural: el brócoli, kiwis,
espinacas, apio, pepino...
Blancos.  Son ricos en alicina, un compuesto sulfuroso que ayuda a reducir los
niveles de colesterol: ajo, platano, hongos.
Amarillos y anaranjados.  Ayudan a mantener huesos y dientes fuertes, una
piel saludable y una buena vista, entre ellos: el mango, durazno, naranja,
zanahorias, mandarinas, calabaza, piña, papaya, entre otros.
Rojos.  Son los alimentos que mayor energía aportan. Las frutas de este color
como: cerezas,  frambuesas y las fresas aportan vitamina C. El tomate contiene
 licopeno, una substancia que previene el cáncer.

jueves, 31 de octubre de 2013

Azúcar y memoria.

                         Reducir el consumo de refresco, un beneficio escolar.

Salud y nutrición.

 

Las personas con niveles más altos de azúcar en sangre son más propensas a tener problemas de memoria, señala un estudio publicado en la revista Neurology.

Reducir los niveles de azúcar podría ser una estrategia prometedora para la prevención de problemas de la memoria y el deterioro cognitivo a medida que envejecen, añade el autor de la investigación, Agnes Floel, de la Universidad de Medicina Charité, en Alemania.

En el estudio participaron 141 personas con una edad media de 63 años sin diabetes o intolerantes a la glucosa. No se incluyeron personas con sobrepeso, los bebedores de más de tres bebidas y media de alcohol al día y los que tenían deterioro de memoria y pensamiento.

Se pusieron a prueba las habilidades de la memoria de los participantes, además de examinar sus niveles de glucosa o azúcar. Los investigadores también les hicieron escáneres cerebrales para medir el tamaño del área del hipocampo del cerebro, que desempeña un papel importante en la memoria. 

Quienes tenían menores niveles de azúcar en la sangre eran más propensos a registrar mejores puntuaciones en las pruebas de memoria.
 

miércoles, 30 de octubre de 2013

El azúcar es una droga, y tus padres la fomentan.


Todos los excesos son malos, y eso incluye hasta los placeres más dulces. De acuerdo con un reciente estudio del Departamento de Salud de Ámsterdam, capital de Holanda, el azúcar es una droga, al igual que el alcohol y el tabaco.
Esto se debe a que genera una fuerte adicción en muchas personas y con ello se aumenta el riesgo de varias enfermedades.
"Al igual que el alcohol y el tabaco, realmente el azúcar es una droga. Aquí se necesita un papel importante por parte del Gobierno. El uso del azúcar debe ser desalentado y los usuarios deben ser conscientes de los peligros", afirmó el responsable de Salud de Ámsterdam, Paul van der Velpen.
De acuerdo con el funcionario, el azúcar crea un insaciable deseo de seguir comiendo, efecto que la industria alimentaria utiliza para aumentar el consumo de sus productos.
"Quien utiliza azúcar quiere más y más, incluso cuando ya no tienen hambre. Por ejemplo, se puede ofrecer huevos a alguien y esta persona va a dejar de comer en un momento. Pero tras recibir las galletas va a seguir comiendo a pesar de los dolores de estómago", detalló Van der Velpen.
La nutricionista Guadalupe Argueta, de Nutrition Works, explica porqué este alimento puede ser adictivo para muchas personas.
"El azúcar es fuente de energía inmediata, es un carbohidrato que se convierte en glucosa fácilmente en el organismo, dando energía, mayor sensación de ánimo, felicidad y hasta placer al llegar a la sangre y al cerebro. Lleva a liberación de hormonas de la felicidad y del placer, por lo que ese efecto además de ser agradable, es adictivo si no se controla".
Después de convertirse en glucosa y circular por la sangre el azúcar es llevada a las células por la insulina (hormona que produce el páncreas). Cuando llega al cerebro en dosis elevadas puede llegar a alterar sus funciones normales y puede disminuir la concentración, por ejemplo.
Algunos de los productos como pan dulce, chocolate, caramelos, pasteles, sodas, jugos artificiales, algunos tés, entre otros, suelen ser la gran tentación para muchos. Sin embargo, cuando se consumen constantemente y en exceso se incrementa fuertemente la probabilidad de desarrollar enfermedades como diabetes, sobrepeso y obesidad, alteración del sistema nervioso e hiperactividad, según la nutricionista Argueta. "A mayor consumo mayor necesidad se crea en el cerebro de recibir dosis cada vez mayores", advierte.
Un alimento de cuidado
Por su parte, el experto holandés Paul van der Velpen destacó "que los efectos del azúcar en el organismo de los mamíferos aún se desconocen, pero en las últimas décadas han aparecido estudios que vinculan su consumo con el aumento brusco de la diabetes, el cáncer y enfermedades cardiovasculares, del sistema nervioso y digestivo".
"También puede provocar desórdenes en la función de las células, aumentar el nivel de las plaquetas y provocar el síndrome de déficit de atención con hiperactividad entre los niños", aseveró.
Los especialistas recomiendan promover hábitos saludables especialmente en los menores de edad y evitar en la medida de lo posible el consumo de golosinas, refrescos artificiales y bebidas energizantes.
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- Azúcar, dulce suicidio.
- El gran engaño del colesterol.

viernes, 25 de octubre de 2013

Los beneficios de fumar


Acné:
los fumadores son más propensos a tener acné porque las toxinas del cigarrillo reducen el flujo de sangre en el cuerpo, lo cual aumenta el riesgo de tener infecciones en la piel.
Vello corporal: las mujeres fumadoras suelen tener más vello corporal porque el consumo de tabaco aumenta el nivel de testosterona en el cuerpo.
Vasos sanguíneos: los fumadores tiene el doble de riesgo de que aparezca un coágulo sanguíneo que una persona que no fuma, lo cual aumenta las posibilidades de muerte súbita.
Mal aliento: los fumadores sufren de mal aliento y, además, los dientes se tornan amarillos.
Genitales: la vida sexual de una mujer no es tan buena como la de una no-fumador. Su hígado procesa el estrógeno, la hormona femenina, con más eficiencia, y eso disminuye el interés de la mujer en el sexo. Para el hombre, en tanto, el cigarrillo debilita el flujo de sangre al pene, lo que significa que los hombres que fuman tienen el doble de posibilidades de tener problemas de erección.
Pelo: las fumadoras tienen pelo frágil, y tienen una tendencia mayor a ser calvos y canosos. Los químicos del tabaco se unen en el pelo, lo cual hace que se quiebre antes de crecer.
Cáncer de pulmón: fumar causa 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón.
Pulmones: fumar daña los pulmones y hace que la respiración sea más difícil. Cuanto más grande sea el fumador, tiene mayores riesgos de contraer enfermedades de obstrucción pulmonar crónica.
Piel con arrugas: la piel de los fumadores sufre de envejecimiento prematuro ya que el tabaco reduce los niveles de colágeno y elastina. La piel de la cara pierde elasticidad y se ve poco saludable.
Uñas amarillas: todos los fumadores tienen uñas amarillas.
Embarazo: los químicos del cigarrillo viajan sin filtro a través del cordón umbilical hasta el feto, por lo que el bebe está aun más expuesto a mayores niveles de químicos peligrosos que la madre.
Aumento de peso: fumar favorece el aumento de la masa corporal.
Estómago: La nicotina genera úlceras.
Stress: efectos colaterales del cigarrillo es el nerviosismo constante. Es un mito que fumar tranquiliza.

¿Quieres dejar de fumar y no lo has logrado? Aquí te decimos cómo, da un click.

Beneficios del Café

Consume el café mexicano, existen diferentes tipos, en tu localidad puedes encontrar donde te lo venden a granel o en paquete con la leyenda "Hecho en México".
 
1. El café contiene muchos antioxidantes. Es cierto que las frutas y los vegetales también, pero un estudio realizado en Estados Unidos en 2005, reveló que la mayor parte de las personas absorben los antioxidantes del café.
2. El perfume del café te hace estar menos estresado. Investigadores de la Universidad nacional de Seúl examinaron los cerebros de ratas que estaban estresadas y con problemas de sueño y descubrieron que el aroma del café provocaba cambios en la disposición de las proteínas en el cerebro que bajaba el estrés generado por problemas con el sueño.
3. El café disminuye los síntomas del Mal de Parkinson. Un estudio realizado en 2012 publicado en la revista ScienceDaily reveló que las personas que consumen cafeína son menos propensas a tener mal de parkinson y además la misma sustancia ayuda a quienes lo tienen a controlar sus movimientos.
4. El café es bueno para el hígado, especialmente después de tomar alcohol. Un estudio publicado en 2006 demostró que quienes consumen café tienen 20% menos chances de desarrollar cirrosis y engordar a causa del alcohol.
5. Café te hace sentir más feliz. El Instituto Nacional de Salud, estadounidense, descrubrió que las personas que toman cuatro o más tazas de café por día tienen 10% menos de probabilidad de sufrir depresión. Los antioxidantes y la cafeína del café provocan esa tendencia.
6. El consumo de café está relacionado con una baja tasa de suicidios. Un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard, reveló que tomar entre dos y tres tazas de café por día puede reducir el riesgo de suicidio en un 50%. La razón es que el café actúa como un antidepresivo porque actúa sobre la producción de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y noradrenalina.
7. Si sos mujer, el café puede reducir el riesgo de tener cáncer de piel. La Escuela de Medicina de Harvard y los hospitales Birgham y Women´s, estudiaron hombres y mujeres durante un periodo de 20 años, aparentemente las mujeres que tomaban tres o más tazas de café diarias tuvieron menos predisposición a desarrollar cáncer de piel que aquellas que no lo hicieron.
8. El café te puede hacer un mejor atleta. Según un reporte de el New York Times, “Científicos y atletas, saben hace años que una taza de café antes del entrenamiento mejora la actuación atlética, especialmente en deportes como correr distancias y el ciclismo”. La cafeína aumenta del número de ácidos grasos en el torrente sanguíneo, lo que permite a los músculos para usar las grasas como combustible.
9. El café reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. De acuerdo con la Sociedad Americana de Química, la personas que beben cuatro o más tazas de café pro día reducen las chances de tener diabetes tipo 2 en un 50%. Además, cuanto más café se consuma más se reduce el riesgo.
10. Tomar café puede ayudar en mantener tu cerebro más sano por más tiempo. Investigadores de la Universidad de Miami y de la Universidad del Sur de Florida, descubrieron que las personas mayores de 65 que tenían altos niveles de cafeína en sangre desarrollaban el mal de Alzheimer dos o tres años después que aquellos que no consumían.
11. El café te hace más inteligente. Un reporte de la CNN informó que el cerebro funciona más eficiente e inteligentemente después de tomar café. La cafeína aumenta el tiempo de reacción, la atención, el estafo de alerta y el razonamiento lógico.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Caderas Anchas

By Amanda Jot. La Nación. Argentina 23/09/2013

Ni más amor ni más sexo: la primavera trae alergias, lluvias repetinas y el clásico no sé qué ponerme. Apenas sube el termómetro sobreviene la confusión, y uno sale con bufanda, por las dudas, pero resulta que en la calle ya hay chicas en short. Sí: este año, ese pedacito de trapo invadirá el paisaje urbano para transformarlo en una playa.
Envidia total. Dichosas aquellas mujeres que este año quepan en el pantalón corto que, como la calza, no tiene más dess code que la actitud (a quién le que importa cuán chueca, flaca o rellenita seas). Pero, a no amargarse si este verano no entramos en ningún modelito del perchero. Según los catedráticos de la Universidad del Oxford las mujeres de trasero voluptuoso viven más y mejor, sumado claro a otras ventajas más populares: sabemos que el sexo opuesto se siente especialmente atraído por las damas capaces de abarcar todo el ancho de la silla.

El endocrinólogo Konstantinos Manolopoulos, de Oxford, asegura que las mujeres dotadas de bastante grasa en las nalgas tienen niveles menores de colesterol y glucemia. Oh, y nosotras sufriendo por el pantalón de montar!. El hallazgo surgió tras comparar la calidad de la grasa del abdomen femenino con las de las piernas, caderas y nalgas. La grasa localizada más abajo previene el desarrollo de diabetes gracias a la cantidad y el tipo de hormonas que alojan. Estas ayudarían a metabolizar mejor azúcares y lípidos, a diferencia de las ubicadas en la zapán. Pero, atenti: esto lo da la natura, es genético. No se consigue trabajando en el gimnasio ni comiendo más.
Otra a favor de las chicas abundantes. Estudiosos de las universidades de California y Pittsburgh descubrieron también que las mujeres de trasero grande, cadera ancha y cinturas minimas son más inteligentes debido a que allí se acumulan ácidos grasos Omega 3, claves para el desarrollo del cerebro. El tejido adiposo de los glúteos fuertes atajan las partículas grasas dañinas y evitan desórdenes cardiovasculares, entre otras bondades, dicen los que saben.
En fin, a cuidarlo, y a lucirlo sin complejos….

sábado, 21 de septiembre de 2013

Pablo Neruda

El terror de los idiotas son las ideas.  Elan Aguilar


Chile conmemora este lunes 40 años de la extraña muerte del Nobel de Literatura Pablo Neruda, con sus restos exhumados y un proceso judicial en marcha para averiguar si fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet.
Neruda, quien además de poeta fue diplomático y senador por el Partido Comunista, murió en 1973, 12 días después del golpe de Estado que derrocó a su amigo, el presidente Salvador Allende.
El acta de defunción establece un agravamiento del cáncer de próstata que Neruda padecía como la causa de su muerte.
Pero en abril pasado, sus restos fueron exhumados para esclarecer si fue asesinado con una misteriosa inyección inoculada en la misma clínica en que fue asesinado años después el expresidente Eduardo Frei, como denuncia su exchofer, Manuel Araya. Al día siguiente de su muerte, Neruda debía emprender un viaje a México, donde pretendía exiliarse y movilizar a la oposición de Augusto Pinochet.
Según Araya, la tarde del 23 de septiembre de 1973, Neruda, quien hasta ese momento se encontraba lúcido y estable, les dijo a él y a su esposa Matilde Urrutia que un médico le había inoculado una inyección que había empeorado su estado.
El chofer fue enviado por otro médico a buscar un medicamento, y en el camino fue detenido, torturado y apresado. Casi seis horas después, el poeta falleció.

Pablo Neruda, de nacimiento Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (Parral, 12 de julio de 1904 – Santiago, 23 de septiembre de 1973), fue un poeta chileno, considerado entre los mejores y más influyentes artistas de su siglo.

A propósito de tormentones y aguaceros, del placer de la vida, la locura de algunos hombres y de la primer resistencia del pobre: sobrevivir. El poema Agua Sexual de Pablo Neruda:

Rodando a goterones solos,
a gotas como dientes,
a espesos goterones de mermelada y sangre,
rodando a goterones,
cae el agua,
como una espada en gotas,
como un desgarrador río de vidrio,
cae mordiendo,
golpeando el eje de la simetría, pegando en las costuras del
alma,
rompiendo cosas abandonadas, empapando lo oscuro.

Solamente es un soplo, más húmedo que el llanto,
un líquido, un sudor, un aceite sin nombre,
un movimiento agudo,
haciéndose, espesándose,
cae el agua,
a goterones lentos,
hacia su mar, hacia su seco océano,
hacia su ola sin agua.

Veo el verano extenso, y un estertor saliendo de un granero,
bodegas, cigarras,
poblaciones, estímulos,
habitaciones, niñas
durmiendo con las manos en el corazón,
soñando con bandidos, con incendios,
veo barcos,
veo árboles de médula
erizados como gatos rabiosos,
veo sangre, puñales y medias de mujer,
y pelos de hombre,
veo camas, veo corredores donde grita una virgen,
veo frazadas y órganos y hoteles.

Veo los sueños sigilosos,
admito los postreros días,
y también los orígenes, y también los recuerdos,
como un párpado atrozmente levantado a la fuerza
estoy mirando.

Y entonces hay este sonido:
un ruido rojo de huesos,
un pegarse de carne,
y piernas amarillas como espigas juntándose.
Yo escucho entre el disparo de los besos,
escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos.

Estoy mirando, oyendo,
con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma
en la tierra,
y con las dos mitades del alma miro al mundo.

y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente,
veo caer un agua sorda,
a goterones sordos.
Es como un huracán de gelatina,
como una catarata de espermas y medusas.
Veo correr un arco iris turbio.
Veo pasar sus aguas a través de los huesos.



sábado, 14 de septiembre de 2013

Traficante de libros

 

Una biblioteca sin libros


La solución más sencilla a problemas complejos a veces descansa frente a nuestras narices.
Desde hace un tiempo soy contrabandista. Trafico libros. A pesar de ser artículos de curso legal, ante cada operación se me acelera el pulso y transpiro como si llegara al aeropuerto de Chicago con diez kilos de cocaína en el bolso. El paso a franquear es la puerta de mi casa, una frontera menos caliente que la norteamericana pero siempre complicada. Preferiría enfrentarme a los agentes de inmigración, con sus perros incluidos, que a la autoridad que me espera del otro lado, aun cuando sea capaz de recibirme con la mesa puesta y el aroma de unas papas al horno. Sabe detectar el peso extra en la mochila apenas me asomo: una leve inclinación del hombro delata el kilo y medio de los cuentos completos de Thomas Mann o de las cartas reunidas de Cortázar.
Todo lo que pesa supone un volumen y eso fue lo que nos condujo a la guerra no declarada que comenzó la noche en que deposité sobre la mesa los tres tomos de Los miserables , tapa dura, que me había mandado al diario una editorial.
-¿Hasta cuándo vas a seguir trayendo libros? -dijo mi mujer-. Esto no es la Biblioteca Nacional.
Así como hay disputas por la tierra y el agua, también las hay por las paredes, un bien igualmente escaso. Yo he ido sembrando estantes y bibliotecas aquí y allá. Ella pinta cuadros que van vistiendo la casa. Son sus obras o mis libros. Como diría John Wayne, su vida o la mía.
Ante la interdicción, he desarrollado mis habilidades. Los intersticios de las bibliotecas, las mesas y los aparadores están llenos de libros ilegales que, ante el ojo inexperto, pasan por ejemplares viejos con todos los papeles en regla. Hasta logré colocar un Muñoz Molina y un Padura, subrepticiamente, entre los libros de cocina que ella trajo de la casa de sus padres. Pero cuando por falta de espacio tuve que empezar a apilarlos en los fondos del placard, escondidos detrás de las camisas, me pregunté: ¿cómo sigue esto?
Aunque menor, el dilema me acompaña como una espina sin localización precisa que cada tanto se hace sentir. La otra noche, sin embargo, entreví la posibilidad de una salida. Mi mujer leía del otro de la cama. Tenía entre sus manos su flamante iPad y la sostenía como un libro. Había bajado unas cuantas novelas, me dijo. Al rato apagamos la luz, pero ella siguió leyendo en la oscuridad. "Puse letras blancas contra fondo negro", explicó ante mi asombro. El detalle me fascinó.
Al día siguiente, en el diario, me topé con la noticia de que en San Antonio, Texas, se aprestan a inaugurar la primera biblioteca del mundo sin papel. Unos 10.000 volúmenes virtuales. A la coordinadora del proyecto, Laura Cole, no le gusta llamarla "biblioteca sin libros" sino, simplemente, "biblioteca digital". La iniciativa tiene sus detractores. Christopher Platt, director de colecciones y circulación de la Biblioteca Pública de Nueva York, señaló: "La gente viene aquí no sólo para acceder a un texto, sino para tocar y sentir un objeto. Y no se trata de una cuestión sentimental".
Las dos novedades juntas -la lectura virtual de mi mujer y el proyecto de Miss Cole- me movieron la estantería. ¿Me compro una iPad? ¿Empiezo a descargar mi propia biblioteca digital? Una de las ventajas es que podría entrar en casa con los siete tomos de En busca del tiempo perdido sin peso ni riesgo alguno. El precio sería clausurar una forma de memoria. Estoy de acuerdo con Platt en las cualidades sensuales del libro-papel, pero discrepo cuando descarta el factor sentimental.
Una de mis bibliotecas me acompaña más o menos tal como está desde los 18 o 19 años. Pocas cosas más estables en mi vida: sobrevivió mudanzas, etapas y cambios de estado civil. Hay allí libros que aún no leí, en condición de promesa (¿qué otra cosa es un libro?). Compré Cartas del verano de 1926 , la vertiginosa correspondencia entre Marina Tsvietáieva, Boris Pasternak y Rilke hace unos 25 años en una librería de la calle Juramento que ya no existe. Durante todo este tiempo supe que estaba ahí, en el estante de los rusos (con perdón de Rilke, que nació en Praga pero amaba Rusia). Sin premeditación y por causas que desconozco, un día cualquiera de julio pasado lo saqué de su lugar y empecé a leer. Fue como tomar un vino intenso y único que yo mismo hubiera puesto a añejar. Pero el que se había añejado y estaba listo para el libro era yo, y no al revés.
En otro vecindario, el de los norteamericanos, descansan cinco ediciones distintas de On the road , de Jack Kerouac, saldo de una época de fervor por algunos de los beats en la que yo trabajaba en una librería de usados y salía a comprar bibliotecas enteras. Quizá no lo vuelva a leer, pero en esos estantes hay algo más que la fuga de un joven de los años 50 tras alguna forma de absoluto. Está también una parte de mi juventud.
Hace poco, para escribir una nota, saqué del barrio de los italianos La playa/ Fiestas de agosto , de Pavese, una edición de Bruguera que abundaba en las mesas de saldo de las librerías de la calle Corrientes allá por los 80. En la contratapa, del lado de adentro, descubrí una frase enigmática escrita de mi puño y letra: "El vacío y la angustia de la soledad que no llevan a la desesperación". ¿Mi impresión sobre el protagonista de La playa ? ¿La idea para un cuento de los que por entonces escribía? ¿Una descripción melodramática de mi propio estado de ánimo? Leí ese libro en el patio de un PH que entonces compartía con dos grandes amigos. Puedo verme en la silla plegable, bajo la media sombra de la parra. Tenía 23 o 24 años. La pasábamos muy bien en esa casa donde nunca faltaba gente, pero también recuerdo días de un aburrimiento metafísico. Esa frase dormida en las páginas de un libro de Pavese, que leí ahora como si hubiera sido escrita por otro, me llevó de viaje por el tiempo.
Me temo que estoy entre los que van a llegar a la iPad cuando sea demasiado tarde. Hay veces que entre el problema y la solución, elegimos el problema.
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